© Ignacio Tarraga Rodriguez -
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EL REGRESO DE UN MITO
Hasta hace aproximadamente medio siglo, en nuestra Extremadura indómita, allá donde la espesura del matorral mediterráneo se hacía impenetrable; donde las encinas y los alcornoques coexistían con escarpes inaccesibles, con jarales y retamales que hacían complicado el tránsito por nuestros montes, una joya zoológica medraba en medio de todo un marco maravillosamente salvaje, pletórico de biodiversidad. Nos referimos al lince ibérico (Lynx pardinus), el felino más amenazado de extinción del planeta, representante de un patrimonio genético único, exclusivo de la Península Ibérica. Recatado y difícil de observar, los hombres de campo y los naturalistas que vivieron la experiencia de toparse con él en plena naturaleza, sintieron una emoción envidiable, pues la armonía de sus formas, su belleza y su anatomía, propias de un depredador especializado y parte fundamental en las cadenas tróficas menos modificadas de nuestros parajes, hacen de su avistamiento una experiencia indeleble. A lo largo del siglo XX la disminución de sus poblaciones fue acrecentándose de forma alarmante, pasando de estar ampliamente distribuido en España y Portugal a reducirse sus efectivos al cuadran-te suroccidental, de hecho, a la altura de 1980 su situación era ya crítica. Comenzado el nuevo milenio, los únicos núcleos seguros de su presencia, en muchos casos agonizante, se centran en el Parque Natural y Nacional de Doñana, los Parques Naturales de la Sierra de Andújar en Jaén y Cardeña-Montoro en Córdoba, y determinados reductos de Sierra Morena, habiéndose extinguido de los últimos parajes extremeños donde se le podía avistar, concretamente la Sierra de San Pedro, Sierra de Gata, Granadilla, Villuercas y la exigua población que sobrevivía en Monfragüe hasta mediados de los años ochenta de la pasada centuria. La población silvestre actual en Iberia supera en unos pocos los 300 ejemplares, siendo su recuperación un proyecto urgente, donde administración, sociedad civil y entidades conservacionistas deben hacer todos los esfuerzos que estén en su mano para evitar que tan emblemático felino desaparezca. ADENEX se ha implicado de lleno en el Proyecto Iberlince, aprobado por la Comisión Europea como proyecto LIFE, con el objetivo de recuperar la población de lince ibérico en sus áreas de distribución geográfica original. Portugal junto a las CC.AA. españolas con presencia histórica reciente de la especie se han sumado a este proyecto, iniciado en 2011. En él participan no sólo entidades conservacionistas, sino también asociadas al sector cinegético y procedentes de la iniciativa privada y administraciones competentes.
[PDF] La hoja verde del lince ibérico (boletín informativo). http://www.iberlince.eu/images/docs/material_divulgativo/Hoja%20verde%20Iberlince.pdf
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